Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) estima ingresos superiores a $us 4.000 millones por regalías, impuestos y tasas, además de la creación de 1.500 empleos directos e indirectos, como resultado del contrato con la empresa Uranium One Group (Rusia) para implementar una planta industrial de carbonato de litio de alta pureza, al sur del Salar de Uyuni.
El contrato que fue suscrito con la empresa rusa, en septiembre de 2024 y aprobado ayer en la Comisión de Economía Plural de la Cámara de Diputados, consiste en el desarrollo, construcción, implementación y operación de una planta de Extracción Directa de Litio (EDL) para la producción de hasta 14.000 toneladas anuales carbonato de litio grado batería.
De acuerdo con las proyecciones de la Empresa Estatal, las regalías destinadas al departamento de Potosí, bajo la actual Ley N° 535, alcanzarían aproximadamente $us 215 millones durante toda la vida útil del proyecto, lo que equivale a $us 10 millones por año.
No obstante, las autoridades de YLB han informado que el contrato será adecuado, en el caso de que ese porcentaje sea incrementado, mediante normativa.
En ese sentido, más de un proyecto de ley de litio, que se encuentra en la Asamblea Legislativa a la espera de su tratamiento y aprobación, plantea elevar el porcentaje de regalía, hasta un 11%; en tal caso, el monto de regalías se incrementaría hasta $us 787 millones, con un promedio anual de $us 37 millones.
La generación de empleo es otro de los pilares del proyecto. Según la estatal, en la primera fase se prevé la contratación de 650 trabajadores, cifra que ascenderá a 1.100 puestos de trabajo en la segunda fase, luego a 1.500 en la tercera, entre profesionales, técnicos y operadores, así como personal vinculado a servicios de transporte, logística, alimentación y mantenimiento.
Además de su impacto económico, el contrato con la firma rusa garantiza la transferencia de tecnologías industriales de última generación, impulsando la formación y especialización de profesionales y técnicos bolivianos. Este proceso, será clave para desarrollar la cadena de valor y consolidar la posición de Bolivia en el mercado global del litio, con beneficios sostenibles para la región y el país.